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     Nuestro cuerpo tiene dos envolturas : la externa, que nos aísla del ambiente que nos rodea y se llama piel ,y la interna , que cubre nuestras cavidades interiores y se denomina mucosa. La salud, es decir, que nuestro cuerpo funcione de forma normal, depende del equilibrio térmico sobre la piel y la mucosa, es decir , depende de la diferencia de temperatura entre ambas envolturas.

    Para saber si tenemos esa “fiebre interna” , podemos calcular nuestra temperatura interna a través de nuestro pulso. Nos tomamos las pulsaciones que tenemos en un minuto y  con la siguiente tabla podremos saber cual es:

    PULSACIONES                TEMPERATURA INTERNA

    70                                                   37

      80                                                   37,5

    90                                                   38

    100                                                  39

       110                                                  39,5

    120                                                   40

    Para los valores intermedios que obtengamos de pulsaciones simplemente haremos un sencilla regla de tres.

    A continuación nos tomamos nuestra temperatura externa colocándonos un termómetro en la axila.

    En un sistema que tuviera un correcto funcionamiento ambas temperaturas deberían de ser iguales.

    En cambio, si nuestra temperatura interna fuese mayor que nuestra temperatura externa, entonces nos estaría indicando que tendríamos un exceso de acidez en nuestra sangre. Tendríamos una” fiebre interna”: nuestro organismo se encuentra con una mayor congestión intestinal , hay un ambiente facilitador para la putrefacción, no se pueden realizar correctamente las reacciones metabólicas y habrá proteínas alteradas. El origen de esta “fiebre interna” no es otro que tomar alimentos que hacen que nuestra digestión sea muy pesada, y ello provoca un aumento de la temperatura de nuestros órganos internos.

    Cuando nuestra temperatura externa es mayor que nuestra temperatura interna en este caso tendríamos un caso de alcalinidad en exceso. Nuestro cuerpo tiende a la acidez, pero si que es cierto que con algunas dietas excesivamente alcalinas que se llevan hoy en día , también se puede alterar nuestro organismo consiguiendo una temperatura interna demasiado baja. En estos casos se podría padecer una sobreexcitación del Sistema Nervioso, nerviosismos, calambres de los músculos, trastornos menstruales…

    Nuestro cuerpo tiende a regular ambas temperaturas, es por ello que si tenemos una temperatura externa muy baja ( menos de 36) nuestra temperatura interna subirá ( fiebre interna y acidez) y si tenemos una temperatura externa alta ( más de 37) nuestra temperatura interna bajará ( alcalinidad).

    Lo ideal sería que la temperatura interna fuese igual a la temperatura externa y que ambas estuviesen en torno a los 37 grados.  A 37 grados nuestro estómago puede realizar de forma muy eficaz las digestiones, tenemos un fluido de sangre muy puro y también es una temperatura normal para nuestra piel que hace que pueda funcionar correctamente en su función excretora y eliminar toxinas a través de los millones de poros que tiene. Es a  esta temperatura cuando nuestras mucosas y emuntorios internos funcionan correctamente, tendríamos un organismo en equilibrio, nutrido, limpio y libre de inflamaciones.

    Esta práctica es muy sencilla de realizar, y la verdad que obtenemos información que quizás hasta ahora no conocíamos.

    ¡Hacerla y me comentáis!.Para cualquier duda que os surja , no dudéis en consultarme. :)