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     Nos enseñan desde pequeños que la vida son pequeños eslabones que tenemos que ir enlazando para formar una cadena. Son eslabones establecidos, uno te va llevando a otro, casi sin darte cuenta, vas realizando tu vida como la realizan todos los demás, sin saltarte ningún eslabón, no te puedes perder, porque en cuanto no sabes que hacer no hace falta que te pares a pensar en cómo quieres continuar,en qué es lo que deseas hacer, porque automáticamente te aparecerá el siguiente eslabón de esa cadena pre establecida a la que  llamamos vida.

    Estudiar una carrera, encontrar un trabajo fijo, comprarte un coche, después el piso, casarte, tener hijos, ganar mucho dinero, jubilarte pronto. Parece la vida perfecta… ¿verdad? pero…¿qué ocurre cuando uno de esos eslabones de esa cadena perfecta se rompe? ¿ qué es lo que te queda? La cadena desaparece, sólo nos quedan eslabones sueltos , unos encima de otros, sin ningún sentido, porque cada uno de ellos de manera individual, no tenía sentido.

    Porque a lo mejor tú no querías estudiar esa carrera, y solo la estudiaste porque tenías que ir a la universidad como un buen hijo y estudiar algo que después ” fuese a tener salida”.

    Porque a lo mejor tú no querías tener ese trabajo fijo y que fuese el mismo para toda la vida, igual en tu vida necesitabas cambiar alguna vez de trabajo, o quizás mejor aún,de profesión.

    Porque a lo mejor tú no querías comprarte ese piso,porque igual tú no querías vivir toda tu vida en el mismo sitio, o porqué no , en el mismo país.

    Porque a lo mejor tú no querías casarte, quizás amaste mucho a persona pero igual no era para toda la vida, quizás podías haber amado a más personas.

    Porque a lo mejor tú no querías tener hijos, quizás los tuviste porque era lo que te correspondía y lo que te decía todo el mundo que tenias que hacer como mujer.

    A mi desde hace algún tiempo esos eslabones se me empezaron a convertir es escalones. En grandes escalones con grandes cuestas, no podía alcanzar el siguiente paso, yo quería seguir el ritmo de los demás pero no podía.¿Por qué todo el mundo teníamos que llevar una vida igual?¿Acaso somos todos iguales?

    Y así poco a poco he conseguido salirme de esa cadena de eslabones, no es que no quiera realizar ninguna cosa de ellas, pero entiendo que algunas llegarán , otras cambiarán, otras dejaran de ser… y no me importa no seguir un patrón igual al resto y no me importa que mis eslabones suban y bajen a veces sin ningún sentido, porque para mí cuando miro mi cadena… me parece más bonita que la de los demás.

    eslabones